En estas vacaciones, ¡anímate a leer! Es una magnífica actividad que proporciona múltiples beneficios, sea cual sea nuestra edad. Y es que la lectura también ayuda al desarrollo de los niños y de los adolescentes e incluso a mejorar el vínculo con la familia. En definitiva, un buen libro nos va a ofrecer muchas posibilidades para crecer como persona a lo largo de la vida.
"La lectura estimula la actividad cerebral como si de un ejercicio de mantenimiento se tratara, activando neurotransmisores directamente relacionados con la salud emocional y el estado de ánimo, como la serotonina y la dopamina".
"Cuando leemos se ponen en marcha en el cerebro una serie de procesos y se estimulan determinadas capacidades con el fin de interpretar signos que activan esquemas de conocimiento que, a su vez, generan emociones".
En concreto, mientras leemos utilizamos los procesos cognitivos de la atención, la concentración y la memoria, lo que, a su vez, proporciona un cuidado de la salud mental. "Así, el hecho de mantener el cerebro activo y estimulado ejercita la memoria y retrasa su envejecimiento, demorando el inicio de enfermedades degenerativas como la demencia"
La inmersión del lector en un ambiente imaginario donde se narra una historia, participando en la vivencia del personaje, origina sentimientos y pensamientos, y ejercita la empatía. De esta manera, "el lector perfecciona inadvertidamente la capacidad de comprensión empática hacia los demás, ejercitando el respeto y activando el entendimiento de otros puntos de vista, desligándose de su peculiar realidad vinculada a su sobreentendida individualidad.
Únicamente debemos escoger un buen libro. Después, ya solo tenemos que dejarnos llevar por la trama del libro, activando nuestra imaginación y alejándonos de la rutina.
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